"El que busca un amigo sin defectos se queda sin amigos."

Pequeña y transparente, donde quizás guarde todos mis pensamientos, cariño, ideas por expresar, así es la verdadera amistad. Como un cristal fino donde nos reflejamos. Material en el cual nuestros sueños están hechos. Porciones del corazón que intentaremos que no se rayen nunca.

Un amigo es mucho más que una simple persona. Algo no físico, algo que siempre llevamos, es aquello que recogemos por nuestro camino y guardemos en aquella cajita de cristal cuidadosamente.

La verdadera amistad se basa en la mutua confianza, no se impone ni se programa, sufre cuando tú sufres y se alegra cuando tú te alegras, te aconseja, llora, ríe y escucha. No se centra en las cualidades sino en la propia esencia, lo sabe todo de ti y te quiere y acepta tal como eres. La amistad abarca la confidencialidad y lealtad, sinceridad mutua que no encontrarás con nadie más, se aprende mutuamente y nos enriquece a crecer juntos como mejores personas.

La amistad exige el fiel sentimiento de la sinceridad, la comunicación sin trampas ni exigencias, la entrega mutua sin egoísmo, la preocupación por el otro, la confianza sin límites, la paciencia, el respeto a las ideas, aceptar la forma de vida del amigo, la confianza sin límites, el saber escuchar, saber perdonar, el ser fiel a la amistad aunque este lejos o haya pasado mucho tiempo.

Me gusta mucho el refrán que dice: “Amistad por interés, no dura porque no lo es” , doy gracias a Dios por tener excelentes personas a mi lado con las que siempre podré contar, no me importa la cantidad de amigos sino la calidad, porque eso lo encontraremos solo en ciertos, igual sin importar sus defectos aprender a convivir con ellos y no fijarnos en el punto negro en la hoja blanca, sino en la hoja blanca con el punto negro, veremos que sus cualidades valen más que cualquier cosa.


"Eres dueño de tus silencios y esclavo de tus palabras."


Dentro de su corazón todo ser humano guarda mínimo un secreto, claro pues guardado de forma hermética. Son aquellos secretos que no se revelan nunca, secretos que irán con nosotros hasta la tumba.


Secretos que guardamos hasta el final de nuestros días ya que quizás su revelación pueda producir una cadena de sucesos dañinos para las personas que nos rodea y optamos por callar.

Creo que la mayoría de nosotros tiene secretos que no necesariamente son malos, pero son de esos secretos que simplemente estimamos que no merece que nadie los conozca. Nosotros muchas veces guardamos lo que sentimos, lo que pensamos, y porque no la manera que actuamos ante algo que vivimos.


Muchas veces creo que desearíamos borrar de nuestra memoria algunos recuerdos o secretos que no aportan de manera positiva en nuestras vidas. Desearíamos dejar atrás el pasado y todo aquello que hoy es un secreto, lo que hicimos, lo que os hicieron, o lo que un día nos enteramos. Pero seamos realistas el pasado no se puede cambiar y no seríamos quienes somos en la actualidad sin esos sucesos. Absolutamente todo forma parte de nosotros, incluso la historia que rodea nuestro secreto.



"Las cosas más pequeñas que tenemos son las más valiosas en nuestras vidas."


¿Quién no anhela lo mejor? Siempre lo estamos buscando, queremos el mejor amor, las mejores amistades, el mejor trabajo, es bueno anhelar esas cosas pero no es sano desear lo que no tenemos.

A veces nos pasamos la mitad de nuestro tiempo buscando soluciones donde no las hay y nos quedamos estancados, amores que no nos convienen, trabajos que no son para nosotros, amistades que nos darán mala influencia etc.

No permitamos que se nos pase los años mientras añoramos lo que no tenemos y deseamos tener, no malgastemos los años intentando tener lo que no es para nosotros y lo peor amargándonos por no haberlo logrado aún.

Lo cierto es que tenemos que tener metas y sueños pero a nuestro alcance. No tengamos expectativas irrealistas, es verdad luchar por lo que se desea pero no a punto de despreciar lo que ahora tenemos y compararlo con lo que soñamos tener algún día. Seamos felices con lo mucho o poco que tenemos, en la vida como en todas las cosas tenemos límites, no podemos llegar a tenerlo todo.

Podemos ser felices pero no estar con la persona que de verdad queremos a nuestro lado, tener un excelente trabajo pero no poseer los requisitos para realizarlo.

Todo tiene un porqué, pero tanto hombres como mujeres hemos sido colmados de muchas bendiciones, simplemente tenemos que reconocerlas y cultivarlas para de esta manera no vivir alimentando vacíos, traumas o decepciones.

No permitamos que una nube tape la maravillosa luz del día, simplemente aceptar que existen cosas que no tienen solución y así mismo cosas que no podremos tener o cambiar. Por nuestro propio bien dejar esas cosas a un lado y disfrutar de lo mucho o poco que tengamos.


"Mi felicidad consiste en que sé apreciar lo que tengo y no deseo con exceso lo que no tengo." (Leon Tolstoi)


Muchas veces vivimos nuestras vidas tan angustiados que no sabemos apreciar lo que tenemos frente a nosotros. Tan empeñados en cosas materiales que olvidamos completamente lo que el día nos regala de gratis. ¿Por qué no disfrutamos del minutito de “oro” que todos tenemos diariamente?, ¿Por qué no sabemos apreciar el buen amor? ¿Por qué siempre nos quejamos de las cosas que poseemos?


Pues pienso que si no disfrutamos nuestra vida es porque está vacía, no hay nada que satisfacer. Solo nosotros mismos podemos hacer que nuestra vida sea más alegre. Cuando no estemos contentos de cómo van las cosas o sintamos que la gente es injusta con nosotros, debemos quedarnos con nuestros pensamientos, apartarnos del mundo por un momento y entrar en silencio para de esta manera saber claramente que es lo que ocurre dentro de nosotros y cuando encontremos la respuesta, dar un paso adelante y tratar de recomenzar, aquello que nos esté poniendo mal evitar qe aparezca en nuestro nuevo caminar.


No permitamos que nadie nos quite la felicidad que la vida nos regala, cada día es una nueva oportunidad para cambiar lo malo que hemos hecho o que hacemos, cada día es un regalo que Dios nos da para recomenzar, proponiéndonos cada día será un bello amanecer lleno de nuevas esperanzas e ilusiones.


En conclusión debemos mirar la vida con otros ojos, no los mismos y cansados, saber apreciar lo que se nos regala sin tener que gastar nada de nosotros, solo mirar con amabilidad y amor todo lo que nos rodea.


“No podemos comprar nuestra vida, sólo es prestada, depende de nosotros como vivirla.”


Creo que en algún momento todos añoramos nuestra niñez, el poder equivocarnos y recibir una simple reprimenda, vivir despreocupadamente y solo divertirnos, viendo al mundo con los ojos del alma mas no con los ojos críticos del adulto.


Ser una persona adulta no es tan fácil, y claro nos viene el deseo de ser jóvenes o niños eternamente, solo que así no puede ser debemos madurar y aprender a tomar nuestras propias decisiones por muy difícil que a veces parezca.


Muchas veces deseamos con tantas ganas retroceder el tiempo y no tener tanto sufrimiento o responsabilidad en cada acción que realicemos o decisión que tomemos. Dejar pasar esta etapa de niñez y juventud es parte de nuestro desarrollo y crecimiento normal, es parte de la vida misma, por lo que debemos aprender a sobrevivir entre alegrías y tristezas ya que nada es para siempre.


No debemos dejar atormentar por la edad, son etapas diferentes y en cada una de ella disfrutaremos y viviremos experiencias diferentes.


En la juventud obviamente viviremos los mejores años de nuestras vidas, donde se tejerán los mejores sueños, solo que como la regla de la vida los años pasan y tenemos que aprender a enfrentar a nuestra próxima vida de adultos.


"No vayas por caminos ya andados, de lo contrario nunca dejarás tus huellas en el suelo." Leonardo Boff

Muchas personas pueden pasar por nuestra vida, pero son pocas las que se quedan en nuestra mente y corazón.

Venimos a este mundo con un motivo, por y para algo, absolutamente nada es casualidad. Lo que debemos hacer para que nuestro paso por esta vida no sea sólo un recorrido simple, es tratar de ser una persona que se recuerde, dejar algún tipo de enseñanza, que se nos recuerdes por los buenos actos realizados, por la ayuda desinteresada que brindamos a los demás.

Por ejemplo quien alguna vez no tuvo algún maestro que nos marcó con sus enseñanzas, hemos tenido suerte de haber conocido grandes personas que sin necesidad de ser un estudioso de libros su experiencia nos dejó muy buenos recuerdos y así pasen los años nunca se olvidará, porque siempre en tal o cual situación sale a nuestro encuentro algo de lo enseñado.

Seamos pues personas idealizando un mejor futuro, vivir el presente de manera responsable, sembrando esa semillita que un futuro lejano o cercano cosechará muchos frutos que le servirán a los demás y que nos podrán como ejemplo y que orgullosos nos sentiremos de en su momento haber actuado como personitas conscientes para cambiar nuestra sociedad por un mejor bien.


“No hay ni habrá un amor más sincero que el de una madre.”

Poseer una madre es el mayor tesoro del mundo, su amor es algo incomparable una riqueza única en nuestras vidas.

La madre es aquel ser que lo entrega todo por amor, por su hogar, por sus hijos, hasta por sus nietos. Cuando tienes a tu madre aún contigo, es una suerte tenerla, pues es ella quien te entrega el amor más puro que jamás encontrarás en nadie.

Ella es nuestra amiga, la que guarda todos nuestros secretos, y lava nuestras penas si sufrimos mal de amores, la que nos cuida como si fuera doctora cuando estamos enfermos.

Cuando somos jóvenes la gran mayoría de veces no sabemos apreciar realmente el valor que tiene nuestra madre, pero al transcurso del tiempo nos damos cuenta de lo mucho que las amamos, más de lo que creímos en nuestra juventud, en esa época terca donde muchas veces la llamamos hasta bruja! Pero ella soporta tantas cosas por amor a nosotros, mientras que somos ingratos, ellas siempre estarán ahí para nosotros.

Hay que saber cuidar a la mujer que nos dio la vida o simplemente la que nos crió o aquella que dejó marcado nuestro camino para bien, como dice el dicho “no es madre la que pare sino la que cría”, y es a ella a quien debemos amar, respetar, cuidar incluso cuando la vida vaya desapareciendo ante sus ojos.

Siempre recordemos que posiblemente con la bendición de dios algún día también seremos madres, llegará aquel día donde entreguemos todo por nuestros hijos y así como queremos que ellos nos valoren y aprecien, nuestras madres actualmente también lo merecen.

Dichosas esas madres que son luz en nuestras vidas.

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